Tuesday, October 4, 2011

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO – OCTUBRE 9, 2011

Este domingo la liturgia a través del profeta Isaías y del evangelista Mateo, nos ofrece unas imágenes muy gráficas del Reino de Dios.
Pablo sigue hablando a la comunidad de Filipo y les manifiesta su agradecimiento por el cuidado que han tenido de él.
PRIMERA LECTURA DEL PROFETA ISAÍAS  25,6-10
*      De nuevo leemos del Profeta Isaías de Jerusalén que profetizó en el siglo VIII antes de Cristo.
*      El tono de los oráculos cambia al empezar la descripción del banquete.
*      En el monte Sión Dios
o   Ofrecerá   un banquete de ricos manjares para los pueblos, no solamente para el pueblo de Israel, sino para todos los pueblos: entre estos manjares habrá también  vinos escogidos. El vino es el símbolo de la fiesta, de la alegría.
o   Destruirá el velo que cubría los pueblos. Con un velo se cubría los muertos, puede ser una alusión a que no habrá ya muerte. Pero puede ser también el velo de la ignorancia, del desconocimiento de Dios que lleva a la muerte. Y por eso
o   Dice que Dios destruirá la muerte para siempre y que
o   Enjugará todas las lágrimas, es decir todo dolor. Viene a ser lo que dice más arriba, la alegría simbolizada por el vino. Aquí lo pone en negativo allá en positivo, pero la misma realidad.
o   La presencia de Dios “Miren a nuestro Dios…” es causa de gozo y fuente de vida para todos.
o   Porque Dios nos ha salvado, esta es la causa del banquete, del gozo, de la fiesta.
o   La mano, el poder, la protección el amor de Dios reposará sobre este monte, sobre Jerusalén, sobre su pueblo.
SALMO RESPONSORIAL – 23,1-3,3-4,5.6.
El salmo 23 es un salmo de seguridad, paz y calma. Tiene dos partes:
o   Una con imágenes tomadas del mundo pastoril
o   Otra con imágenes tomadas de la celebración de banquetes
La casa del Señor quiere decir el Templo
El valle oscuro y tenebroso es una alusión a los enemigos, los peligros de la vida
Pero el pastor está allí, guiando, por lo tanto no hay nada que temer.
El cayado y la vara del pastor se convierten más adelante en el salmo en amor y bondad.
El salmista está completamente satisfecho con esta intimidad con el Señor su Dios.
Y ve que su  relación presente con su pastor va a durar para siempre.
Leamos el salmo:
VIVIRÉ EN LA CASA DEL SEÑOR TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA
El Señor es mi pastor,
nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas,
me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas;
VIVIRÉ EN LA CASA DEL SEÑOR TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA
me guía por el recto sendero,
por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas,
no temeré ningún mal,
porque tú estás conmigo:
tu vara y tu bastón me infunden confianza.
VIVIRÉ EN LA CASA DEL SEÑOR TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA
 Tú preparas ante mí una mesa,
frente a mis enemigos;
unges con óleo mi cabeza
y mi copa rebosa.
VIVIRÉ EN LA CASA DEL SEÑOR TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA
 Tu bondad y tu gracia me acompañan
a lo largo de mi vida;
y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.
VIVIRÉ EN LA CASA DEL SEÑOR TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA

SEGUNDA LECTURA – Filipenses 4,12-14.19-20
Ø  Este es casi el final de la carta de Pablo a su querida comunidad de Filipo.
Ø  Pablo empezó su trabajo misionero en Europa en la ciudad de Filipo, veamos Hechos 16,9-10.
Ø  El que Pablo quiere recibir este regalo de los Filipenses nos habla de la relación tan particular que tenía con esta comunidad a la que amó mucho.
Ø  Pablo habla de su independencia económica que siempre ha salvaguardado por el bien de la predicación del evangelio.
o   Ha aprendido a pasar necesidad y vivir con poco
o   Y ha aprendido también a vivir en abundancia
o   Esto le ha dado fuerza para todo
Ø  Reconoce que ha sido un gesto hermoso por parte de la comunidad el compartir con él en sus sufrimientos.
Ø  Quien les recompensará será el Señor en una forma propia de la magnanimidad de Cristo Jesús.
Ø  La gloria a Dios Padre para siempre.

EVANGELIO DE MATEO 22,1-14.
Esta es la tercera parábola que Jesús dirige a los guías y autoridades de su pueblo. Hemos visto ya dos: los dos hijos y los encargados de la viña. Hoy se nos propone una imagen muy sugestiva de lo que es  el Reino: unas bodas del hijo del rey.
«  Con esta parábola Mateo quiere enseñar a su comunidad lo que es el reino de Dios.
«  Empieza y nos dice que el rey ha mandado sus sirvientes a llamar a los invitados a las bodas de su hijo.
«  No quieren ir, cada cual se fue a su propio negocio y otros maltrataron y mataron a los invitados. Clara alusión de nuevo, a los profetas enviados a Israel.
«  El rey manda a sus siervos que vayan a las encrucijadas de los caminos, donde viven los pobres, los marginados, los que estaban excluidos al principio de participar en el banquete de bodas, y los inviten a entrar en la sala del banquete.
«  En el versículo 11 la parábola cambia de tono, ahora es el rey quien entra a saludar y ver a sus invitados. Y ve a uno que no lleva el traje de boda, y lo echa fuera.
«  Termina Mateo  diciendo: muchos llamados, pocos escogidos
«  Qué significado tiene esta parábola?:
o   Se nos habla de un banquete para darnos una imagen del reino. Los banquetes son ocasiones de gozo, alegría, comer bien, beber, compartir con otros. Momentos queridos por el corazón de los humanos.
o   Además de ser banquete, es el de la boda del hijo del rey. El reino, la salvación se representa en la Biblia como unas bodas entre Dios y su pueblo; entre Cristo y su nuevo pueblo, la Iglesia.
o   La participación en el banquete es totalmente gratuita, para todos, tanto los primeros invitados que no vinieron como para los segundos. La invitación, la iniciativa viene del rey, viene de Dios.
o   Unos invitados a quienes les corresponde estar en el banquete se autoexcluyen, no les interesa. Tal vez estos seamos nosotros cuando  rechazamos la invitación de nuestro Dios y Señor. ¿A qué me invita el Señor?
o   Otros a quienes no les correspondían han sido ahora invitados a entrar. Entre estos hay uno: que está en el banquete  sin vestido de boda. ¿No es verdad que nos sorprende  que el rey se enoje? ¿no es lo normal que quien viene de los caminos, que quien no tiene casa, venga sin traje de boda? Pero Mateo está hablando a su comunidad.
§  La comunidad de Mateo nos damos cuenta a través de su evangelio que es una comunidad ya constituida y bien organizada, es una iglesia.
§  Tiene un liderazgo, unos sacramentos, se reúne para orar, es consciente de que Jesús es su Señor que está en medio de ellos, estará siempre con la comunidad y que lo podrán encontrar en los hermanos y hermanas más abandonados y pobres.  
§  Mateo está advirtiendo a su comunidad que no  basta haber recibido el bautismo y pertenecer a la iglesia, se necesita el traje de bodas, que es el símbolo de la gracia, de la vida divina que se nos ofrece gratuitamente en el bautismo, pero que necesitamos mantener hasta que el Señor nos llame.
§  Dios tiene la iniciativa, sólo él puede darnos esta vestidura como sólo Él puede invitarnos, pero luego queda en nuestras manos, a nuestra libertad personal la respuesta. Esta respuesta tiene consecuencias: reino o expulsión del reino.
§  El Señor seguirá invitándonos, llamándonos, dándonos la energía para responderle positivamente, pero en fin de cuentas, como nos ha hecho libres, respeta nuestra libertad, y va a depender de nosotros aceptar o rechazar su invitación. Ponernos el traje de boda o no.
§  Nosotros al ser bautizados recibimos una vestidura blanca, y al imponérnosla el sacerdote dice las siguientes palabras:
(nombre de la personas) son ustedes ya creaturas nuevas y se han vestido de Cristo. Reciban, pues, esta vestidura blanca y consérvenla sin mancha hasta el tribunal de nuestro Señor Jesucristo, para que tengan la vida eterna. AMEN.
§  Y en el funeral antes de entrar el féretro dentro de la Iglesia, se pone sobre el féretro un paño blanco y el sacerdote recuerda en una oración que pronuncia que tal persona recibió en el bautismo esta vestidura blanca y que con ella se presente ahora ante su creador, redentor y juez.
§  Si durante el camino de la vida se nos ensucia o rompe la vestidura blanca de la gracia, el Señor Jesús nuestro querido Redentor nos ha dejado un sacramento para poderla reparar “la reconciliación o confesión.”
o   La parábola termina diciendo: muchos son invitados, pocos escogidos. Muchas han sido invitados, en realidad todos somos invitados; pero el número de escogidos va a depender de nuestra respuesta a la gracia que se nos da gratuitamente. En realidad gracia significa esto: don gratuito.
ORACIÓN
1.      Escuchamos un canto
2.      Dedicamos un tiempo como 15 minutos a orar cada cual en silencio. Podemos ir ante el Santísimo si esto nos ayuda. Procuremos permanecer en silencio exterior dialogando con el Señor o simplemente pensando, meditando en silencio y escuchando su llamada interior.
3.      Regresamos a la clase al cabo de los 15 minutos, escuchamos otro canto y terminamos con una oración a María.

Invocamos sobre esta nuestra tarea la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles. Que Ella, que mantuvo la oración del Colegio apostólico en el Cenáculo, nos alcance la gracia de no frustrar jamás la entrega de amor que Cristo nos ha confiado. Como testigo de la verdadera vida, María, « hasta que llegue el día del Señor, brilla ante el Pueblo de Dios en marcha –y especialmente ante nosotros, sus Pastores– como señal de esperanza cierta y de consuelo. (Final de la Exhortación apostólica de Juan Pablo II “Pastores Gregis” sobre la misión de los obispos.)   

RINCON CLARETIANO
Di  pues a los Obispos, a quienes he confiado mi rebaño, y he escogido para grandes cosas, que para desterrar tanta impiedad de la tierra, no es menester más que su santificación; ésta la alcanzarán perfecta, midiendo sus obras con las de los Apóstoles. Lo que más quiere Su Divina Majestad , es la santificación de las personas encargadas de su servicio.  (María Antonia París, Fundadora de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas. Puntos para la Reforma de la Iglesia 44).

El párroco procurará con todo el celo posible la salvación de sus prójimos, e irá delante con el ejemplo, practicando las virtudes de humildad, mansedumbre, castidad, paciencia, caridad y obediencia, sin murmuración de lo que Dios por su Prelado le tiene mandado.  Será diligente y solícito en catequizar, predicar, oír confesiones, y en administrar los demás sacramentos. Y cuando sepa que alguno vive públicamente en pecado mortal y escandalizando a los demás, se valdrá de todos los medios que le dicten el celo y la prudencia para sacarle de aquel mal estado. Nunca estará ocioso  sino útilmente ocupado. Finalmente, se acordará   de las palabras del santo Evangelio que le dirá Jesús en el día de su muerte “ven siervo bueno y fiel…”(San Antonio María Claret, Fundador de las Religiosas de María Inmaculada, Misioneras Claretianas. Apuntes de un Plan para conservar la hermosura de la Iglesia y preservarla).

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