Wednesday, February 29, 2012

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

«  En el primer domingo  nos recuerdan las tentaciones de Jesús, para que contemplemos su vulnerabilidad como miembro de la raza humana.
«  Y en el segundo domingo  estamos invitados a contemplar su glorificación, su ser divino.
«  Necesitamos meditar y contemplar ambas realidades para poder seguir al Señor incondicionalmente.   

PRIMERA LECTURA – Gen 22,1-2.9.10-13.15-18.
Ø   Con este relato del sacrificio de Isaac, termina el ciclo de Abraham.   Relato escalofriante y que suscita un sinfín de preguntas, tal vez porque hemos tenido la tendencia de leerlo literalmente.
Ø  De acuerdo a un comentarista el autor bíblico usa una leyenda para darnos un mensaje sobre el significado de la fe, sobre el valor de la vida, y que Dios es el Dios de la vida que no quiere sacrificios humanos. Una leyenda que va bien con la vida y comportamiento de Abraham.
Ø  Otro comentarista piensa que Abraham en su proceso de ir conociendo al Dios que le ha hablado, llamado y hecho las promesas, desea ofrecerle lo mejor que tiene, aunque esto comporte que las promesas no podrán hacerse realidad, o más bien creer que Dios proveerá.
Ø  Un tercer comentarista nos dice que la narración se refiere a un creyente que descubre a través del camino tortuoso del silencio divino la promesa de una salvación total.  
Ø  En el Antiguo Testamento se nos presenta a Dios muchas veces de manera contradictoria, pues unas veces parece que tienen mucha ternura y otras mucho rigor. O que promete y luego pide algo contrario.
Ø  La verdad es que no es Dios quien es ambivalente, sino la fe del ser humano que en su proceso de crecimiento va descubriendo a Dios poco a poco; y esto los autores sagrados lo reflejan en sus escritos, ya que tenemos escritos de muchas épocas diferentes.   La Biblia es en realidad el relato de Dios que busca al hombre, y la respuesta lenta y a veces contradictoria del hombre.

Ø  Tratemos de sacar para alimentar nuestra fe, algo la  gran riqueza teológica de este texto.
Ø  Abraham no tiene ya a Ismael, pues ha enviado a la madre y al hijo fuera de su casa. La garantía de tener descendientes radica ahora en Isaac.
Ø  Abraham entiende, o cree que Dios lo llama y responde prontamente en obediencia “Aquí estoy”.
Ø  Piensa que Dios  le pide que le devuelva el hijo que un día le dio.  Y se dispone a ejecutar lo que cree es la voluntad de Dios.
Ø  Pero esto comportará que las promesas no se harán realidad pues no habrá descendencia, y por lo tanto tampoco tierra, ni promesas. Todo se habrá terminado.
Ø  Abraham perderá todo cuanto ha sido el sostén de su fe, y se lanza en plena oscuridad a realizar lo que cree es la voluntad de Dios, y será así de verdad el padre de los creyentes de todos los tiempos, que confiarán a pesar de no ver, que esperarán contra toda esperanza.
Ø  Dios detiene el brazo de Abraham. Dios condena los sacrificios de niños o de cualquier ser humano.
Ø  Abraham, movido por Dios, no sacrifica al hijo y en su lugar sacrifica un carnero.
Ø  El pueblo de Israel probablemente influenciado por este relato entendió siempre que el primogénito le pertenece a Yavé y por eso lo rescata con un  sacrificio, el cordero pascual en la noche de Pascua. De la misma forma que Abraham ofrece en sacrificio al carnero en lugar del hijo. Recordemos también  la presentación de Jesús en el Templo, ofrecen dos tórtolas y dos pichones como rescate del hijo.
Ø  Estamos llamados a vivir nuestra fe, nuestra relación de intimidad con Dios en todas las situaciones de nuestra vida, en las que son luminosas y en las que la oscuridad es tal que parece que no queda nada y que estamos solos ante el abismo. Este es el momento del amor incondicional, la fe sin ver, sin luz. Es ciertamente el momento más luminoso de nuestra vida.
Ø  Abraham entiende que Dios no quiere que  se sacrifique ningún ser humano. La  felicidad que experimenta al detener Dios su mano,  me parece se expresa en las frases que leemos “Por haber hecho esto y no haberme negado a tu único hijo… porque me has obedecido…
Ø  Les pongo a continuación algo que he leído en un comentario sobre esta lectura y que me ha parecido sumamente interesante y explicativo. En su libro Según las Escrituras  pone un comentario de  este pasaje hecho por el filósofo danés S. Kierkegaard en su obra Temor y Temblor:
“Cuando el niño debe ser destetado, la madre se tiñe de negro el seno. Sería cruel si el seno siguiera siendo deseable cuando el niño ya no puede apegarse a él. Así, el niño cree que el seno ha cambiado. Pero en realidad la madre es siempre la misma y su mirada está llena de ternura y de amor precisamente en ese momento en el que se separa de si al niño para ayudarlo a crecer.”
Ø  Hay dos puntos importantes en este episodio, la fe de Abraham, la llamada a la fe confiada en Yavé, y el nombre del monte “el Señor provee” que sigue siendo una confesión de fe incondicional en el Dios de las promesas.
Ø  ¿Cuál es nuestro Isaac? ¿Estamos dispuestos a entregárselo al Señor? ¿Aunque esto comporte un cambio radical en nuestra vida?  O ¿aceptar una oscuridad a la que tenemos miedo porque en ella pensamos que el Señor no está?   

SALMO RESPONSORIAL 116,10.15.16-17.18-19
CAMINARÉ EN LA PRESENCIA DEL SEÑOR, EN EL PAÍS DE LA VIDA.  

EVANGELIO DE MARCO 9,2-10
Ø  Seis días después del primer anuncio de su pasión Jesús se transfigura ante sus discípulos, como un anuncio de su gloriosa resurrección.
Ø  Los dos cuadros grandiosos que nos presenta la liturgia de este domingo se desarrollan en un monte. En la primera narración es el Monte Moria que la tradición posterior identificará simbólicamente con la colina del Templo de Jerusalén.
Ø  Moisés representa la LEY y Elías representa los PROFETAS (Las Escrituras de acuerdo a la fe de Israel está compuesta por la LEY Y LOS PROFETAS).
Ø  Jesús lleva consigo al monte a Pedro, Santiago y Juan que son los mismos que se llevará consigo cuando ore en agonía en el huerto. Estos hombres presencian su gloria, y luego presenciarán su debilidad, su “derrota” humana. Serán pues los mejores testigos de que Jesús es Dios hecho hombre de verdad.
Ø  Pedro, como siempre habla por los otros. ¡Qué bueno es estar aquí! Estar en la gloria sin pasar por la oscuridad de la fe, de la cruz, del abandono. Pedro no desea que Jesús regrese al llano, mejor es estar aquí, nosotros haremos las tiendas necesarias.
Ø  Se oye de nuevo la voz del cielo que dice “Este es mi Hijo querido. Escúchenlo.”
Ø  En dos ocasiones diferentes se nos dice que la voz del Padre o la voz de lo alto dice que Jesús es “su Hijo”.
              En tres ocasiones  se nos recuerda la gloria de este hijo, que en la vida cotidiana pasa desapercibido o considerado como alguien común como todo ser humano: el bautismo (inicio de su vida ministerial), la transfiguración (en la mitad de su vida), la Pascua (al final de su vida).
Ø  La nube nos recuerda la nube que cubría la tienda del encuentro en el desierto. La nube que es el símbolo de la presencia de Dios. De la nube sale la voz, que atemoriza a los discípulos.
Ø  Pero al levantar los ojos no ven más que a Jesús.  
Ø  No digan a nadie, ¿por qué? Porque esto se entenderá solamente después de la resurrección, ahora no es el tiempo.  
Ø  Como los discípulos nosotros también deseamos estar en la gloria, en el gozo sin pasar por la oscuridad de la fe, por el camino difícil del seguimiento del Señor hasta la cruz. 

SEGUNDA LECTURA DE LA CARTA DE PABLO A LOS ROMANOS 8,31-34
*      Con este himno al amor de Dios Pablo concluye la sección central de su carta .
*      La fe oscura de Abraham, en su camino hacia el monte Moria, el lugar del sacrificio del hijo, de todas sus esperanzas, es la fe confiada de este himno.
o   ¿Quién estará contra nosotros? ¿Quién nos acusará? ¿Quién nos condenará?
o   Si Dios con y por nosotros nada ni nadie nos puede dañar.
*      Esta es la seguridad del creyente, aunque todo alrededor esté gritando otra cosa. Nada ni nadie nos separará de este amor incondicional de Dios en Cristo Jesús.   

BIBLIOGRAFÍA 

  • GUILLÉN TORRALBA, Juan, “Génesis” en Comentario al Antiguo Testamento I. La Casa de la Biblia, Estella Navarra, 1997.
  • Carta de los Origenes. Misioneras Claretianas. Madrid 2009.
  • LA BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO, comentarios de Luis Alonso Schökel. Misioneros Claretianos, 2010.
  • LOZANO, Juan Manuel, Escritos María Antonia París, Estudio crítico, “El Misionero Apostólico”.   Barcelona 1985.
  • RAVASI, GIANFRANCO. Según las Escrituras.  Doble Comentario de las lecturas del domingo. Año B.  San Pablo, Bogotá,Colombia 2005.
  • VIÑAS, José María cmf y BERMEJO, Jesús, cmf.  “Autobiografía ” de San Antonio María Claret.  

RINCON CLARETIANO  
Y así ha sucedido en esta fundación, que sin querer el Arzobispo entender en esto, ni en aquello, ha entendido en todo, por impulso divino, porque yo nunca he manifestado ningún deseo sino cuando he sido preguntada. Yo creo que mi silencio mismo daba lugar a que ellos me preguntasen, y les puso Dios más gana de adelantar la Obra de la que yo manifestaba, porque ésta es la traza de Su Divina Majestad en ésta su Obra. Digo esto para que las que vendrán, aprendan a esperar en Dios contra toda esperanza.  (María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas. Autobiografía   218).

… he aquí que se me presenta un hombre en ademán de querer besar el anillo, y con una navaja de afeitar me abre una herida desde la oreja a la barba, partiendo la mejilla hasta dentro de la boca, con intención sin duda de coger la yugular; y como naturalmente acudí con las manos a la herida, de paso me hirió el brazo derecho. … ¡Oh, Santísimo Padre!, fueron tantas las dulzuras que Jesús y María me comunicaron aquella noche, que no se puede explicar. (St. Antonio María Claret, al Papa Pío IX en Cartas de los Orígenes, 51. Madrid 2009.)

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