Monday, October 28, 2013

XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C - OCTUBRE 27, 2013


  • De nuevo la liturgia de este domingo nos invita a meditar sobre la oración, o tal vez sea mejor decir sobre nuestra disposición al ponernos a orar.
  • ¿Con quién hablamos en nuestra oración, con Dios o con nosotros mismos?
  • O tal vez podríamos preguntarnos ¿en la oración hablo con Dios o hablo con un ídolo que soy yo mismo?
  • Escuchemos con corazón humilde la lección que Jesús quiere darnos.
LIBRO DEL SIRACIDE
v  Este libro se ha llamado también Eclesiástico, ha sido muy usado en las celebraciones litúrgicas de la Iglesia.
v  Es el único libro del Antiguo Testamento del que sabemos su autor, lugar, lengua, tiempo en que fue escrito y fue traducido, pues todo esto se encuentra en el libro mismo.
v  Fue escrito alrededor del 132 antes de Cristo, tiempo en que Israel estaba dominado por la cultura helenista que había causado una pérdida considerable de la tradición y de la fe de Israel en las nuevas generaciones.
v  El autor desea ayudar a sus hermanos judíos a recobrar el sentido de su fe y lo mismo a las nuevas generaciones.
v  El libro pertenece al grupo de los Libros Sapienciales y en cuanto a su aceptación como libro revelado la Iglesia católica así lo reconoce, en cambio los hermanos cristianos de otras tradiciones así como los judíos no lo reconocen como  libro revelado, por lo cual se le considera "deuterocanónico," es decir perteneciente a la segunda lista de libros reconocidos como revelados (deutero = segunda u otra, canónico viene de canon=lista) . Los libros del Antiguo Testamento aceptados como revelados por todos los cristianos y los judíos se llaman "canónicos" .
PRIMERA LECTURA:  Sir 35,12-14. 16-18
ü  Dios no es parcial, escucha siempre, pero tiene una inclinación hacia el débil, el oprimido.
ü  Dios no es sordo al gemido del huérfano y de la viuda, personas que son como la imagen simbólica  del pobre.
ü  Dios escucha la oración del que le sirve, la oración del pobre llega y atraviesa los cielos y no descansa hasta alcanzar su cometido.
ü  Dios es justo y no se hará esperar.
ü  ¿Es esta  nuestra experiencia en la oración? si no lo es ¿será que no hablamos con nuestro Padre Dios sino que nos hablamos a nosotros mismos, y por eso nuestra oración no llega hasta Él?
SALMO RESPONSORIAL 34,2-3. 17-18.19.23
EL SEÑOR ESCUCHA EL GRITO DEL POBRE
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
 Mi alma se gloría en el Señor;
que lo oigan los humildes y se alegren. 

pero el Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra.
Cuando  los justos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias. 

El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos.
 El Señor rescata a sus servidores,
y los que se refugian en él no serán castigados. 

Ø  Este salmo repite de manera poética el mismo mensaje de la primera lectura

Ø  El Señor escucha al humilde y pobre y rechaza al que obra el mal. 

EVANGELIO Lc 18,9-14
*      El domingo pasado leímos los primeros versículos de este capítulo del evangelio de Lucas

*      Se nos hablaba de la oración perseverante

*      Hoy de nuevo Lucas nos presenta el tema de la oración

*      Como todas las parábolas de Jesús, la de hoy es corta, va al punto del mensaje y trastorna nuestra forma de ver la realidad que nos rodea, las personas que conocemos.

*      Dos hombres van al templo a orar, ¿qué pasa en esta oración que cada cual hace?

*      Jesús como verdadero artista, con dos pinceladas nos pinta un cuadro que vale más que cientos de palabras y de reflexiones teológicas

*      Uno de los hombres, es un fariseo, es decir el grupo más perfecto y más observante de la Ley, para todos los que lo ven es un modelo de comportamiento.

*       le cuenta a Dios lo bueno que él es, como no se parece a ninguno de estos maleantes, como por ejemplo ese otro que está también delante de Dios, como él.

*      Le hace a Dios una lista de sus buenas obras, por si acaso Dios no se ha dado cuenta.

*      La otra parte del cuadro nos describe al otro hombre, que es un publicano, lo peor de la sociedad, pues se enriquece con el dinero de los demás y sobre todo que recoge dinero para el poder opresor "Roma"

*      Este hombre no tiene nada que presentarle a Dios, solamente su miseria, que él reconoce y por lo tanto su oración es una petición de perdón, petición de ser purificado de su pecado, de ser aceptado a pesar de no tener nada que ofrecer, solo su miseria.

*      Con gran sorpresa de nuestra parte y de las gentes del tiempo de Jesús, Él nos dice que de los dos el que regresó a casa justificado, es decir con sus pecados perdonados, hecho nuevo, fue el publicano no el fariseo. ¿Por qué será?

*      Seguramente porque uno habló de verdad con Dios, se presentó ante Dios tal como era, aceptando su miseria, y Dios tiene una debilidad especial hacia todo cuanto es pequeño, pobre y necesitado. Su amor no puede resistir al grito del pobre que clama.

*      En cambio el fariseo no hablaba con Dios, hablaba consigo mismo, estaba totalmente engreído, endiosado de si mismo, naturalmente lo que hizo no fue oración y no alcanzó la purificación de sus pecados, más bien sumó otro a los que llevaba al entrar en el templo.

*      Esta parábola tan bonita y sencilla, tiene que cuestionarnos, nosotros también necesitamos preguntarnos si nuestra oración, nuestra conversación nace del amor a nuestro Padre Dios, o nace del amor equivocado a nosotros mismos.

*      Es preciso que nos preguntemos ¿cómo me veo ante Dios y ante mi mismo?

*      Nuestra felicidad está en la verdad y en la aceptación de quien somos de verdad, bienaventurados nosotros si nos reconocemos pobres e indigentes ante nuestro Padre, pues él se inclinará y nos levantará, como hace un padre con su hijo o hija cuando cae.  

SEGUNDA LECTURA 2Tm 4,6-8,16-18
v  ¡Qué hermosa parte de la carta a Timoteo.

v  ¡Qué felicidad la nuestra si al llegar al término de nuestro camino sobre la tierra podamos decir que hemos concluido la misión por la que fuimos creados por Dios.

v  Que hemos hecho realidad el sueño que Dios tiene sobre nosotros.

v  Se percibe en el autor de esta carta una gran paz de frente a su inminente partida, un ansia de ir a encontrarse con su Dios y creador.

v  Y es muy consolador para nosotros la expresión "la corona de la justicia que el Señor como justo juez me entregará aquel día. Y no sólo a mi, sino a cuantos desean su manifestación".

v  La última parte de esta lectura muestra otra vez la gran confianza llena de ternura y de amor hacia el Señor, confianza que le hace sentirse seguro de su protección.
 
RINCON CLARETIANO

 Un caso sucedió en estos últimos días que prueba cómo Dios refinaba estos dos corazones con la hiel de la amargura: el suyo por la aflicción que había de sentir en mi salida por el amor y confianza que me hacía sin yo merecerlo, como lo prueba el mismo caso que voy a referir y yo padecía terribilísimamente por ser causa de su dolor.

Y fue el caso que me llamó un día de éstos esta buena Madre, y hecha un mar de lágrimas me dijo cómo una novicia, nombrándomela, quería salirle del convento por una fuerte tentación que tenía, sin querer hacer caso de los avisos del confesor ni suyos, y que la tomara yo de mi cuenta, pues ella me hacía mucho caso, tal vez con la gracia de Dios se convencerá como alguna otra vez ha hecho si usted le hace alguna reflexión, y así suavizará usted el sinsabor que me causa al ver que después de tantos años de una profesión tan esperada, no podía asegurarse de naturales tan inconstantes; y así por Dios, hija mía, me dijo, encomiéndemela a Dios a fin de que por su capricho no nos amargue la fiesta. ¡Oh Señor y Dios mío, a cuán dura prueba pusisteis mi corazón en esta ocasión! Amaba yo a esta buena Madre como a la niñeta de mis ojos, pues tantas pruebas de verdadero amor me había dado por el espacio de cerca de diez años que vivía bajo su maternal cuidado y amable compañía. Éste era el golpe más fuerte que yo más temía, si determinaban mi salida. Pero lo que sentí yo en esta ocasión no es posible de explicar. Sentí tal pena al oír las expresiones de confianza y de dolor con que se consolaba esta mi Madre con quien le había de dar el golpe más fatal que se podía imaginar, si perdía la hija que ella más amaba. Venerable María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 104-105

. El general Manzano me dijo él mismo después, cuando los dos nos hallábamos en Cuba, yo de Arzobispo y él de General gobernador en la ciudad de Santiago, que él tenía esta comisión para prenderme no porque el Gobierno supiese alguna cosa de mí contra el Gobierno, pues sabían los gobernantes que yo jamás me metí en cosas polí(ti)cas, sino porque les daba miedo al ver la multitud de gentes que de todas partes se reunían cuando yo predicaba, y además se temían que, atendido el prestigio universal que yo tenía, que a la más pequeña insinuación que yo hiciese, todo el mundo se levantaría. Y por esto me hacían buscar para prenderme; pero jamás me pudieron coger, ya por esta maña de trasladarme tan lejos, ya también porque Dios nuestro Señor no quiso, y esta es la razón principal. Dios nuestro Señor quiso que se predicase a las gentes la divina palabra, mientras que el diablo tanto trabajaba para corromperlas con bailes, teatros, ejercicios militares, guardias, libros, malos periódicos, etc., etc. San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 458. 

BIBLIOGRAFÍA
CLARET, Antonio María Claret, Autobiografía.
PAGOLA, José A.  Following in the Footsteps of Jesus. Meditations on the Gospels for Year C.
PARIS, María Antonia, Autobiografía
RAVASI, Gianfranco, Según las Escrituras, Año C.
The Catholic Study Bible -New American Bible.
      

 

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