Saturday, February 13, 2016


PRIMER DOMINGO DE CUARESMA – 2016

Empezamos el tiempo santo y lleno de bendiciones de Cuaresma, ejercicios espirituales que la iglesia pone delante de nosotros todos los años de una manera siempre nueva.

Resalta en las lecturas

  • la confianza en Dios que nace de la memoria de sus obras en favor nuestro
  • el apoyo en la Palabra contra toda tentación que pretende alejarnos de nuestro Dios
  • El recuerdo o la memoria de quienes somos “mi padre fue un arameo errante…”

PRIMERA LECTURA  Dt 26, 4-10

  • Cuando llevas tu ofrenda al Señor recuerda quien eres y quien es el Dios a quien le traes la ofrenda
  • Soy descendiente de un arameo errante,  uno que no tenía lugar fijo y estable, que emigraba de un lugar a otro
  • A este arameo errante Dios le ha concedido un sin número de bendiciones, y son las que yo ahora recuerdo, traigo a mi memoria ante el altar del Señor
  • Traigo esta memoria, hago memoria de las obras que Dios ha hecho en favor de mi pueblo, en favor mío para aprender que si Dios hizo esto en el pasado lo sigue haciendo en el presente, sólo necesito ojos para ver, fuego en el corazón para admirar y agradecer
  • Este “credo” de Israel es de una belleza grande, al recitarlo pasa delante de los ojos del corazón, como una película toda la historia del pueblo, su aventura en compañía y bajo la guía de su Dios.
  • También nosotros tenemos nuestro credo, no está redactado con tanta unción como el que estamos viendo ahora, pero en él también podemos saborear las obras maravillosas hechas por Dios en favor de todos nosotros los seres humanos. La próxima vez que lo recitemos hagámoslo con los labios y con la imaginación para que nuestro corazón se encienda en el amor y agradecimiento al Padre misericordioso y bueno.
    Salmo Responsorial    Sal 90, 1-2. 10-11. 12-13. 14-15
    R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
    Tú, que vivas al amparo del Altísimo
    y descansas a la sombra del todopoderoso,
    dile al Señor: “Tu eres mi refugio y fortaleza;
    tú eres mi Dios y en ti confío”.
    R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
    No te sucederá desgracia alguna,
    ninguna calamidad caerá sobre tu casa,
    pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden
    de protegerte a donde quiera que vayas.
    R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
    Los ángeles de Dios te llevarán en brazos
    para que no te tropieces con las piedras,
    podrás pisar los escorpiones y las víboras
    y dominar las fieras.
    R. Tú eres mi Dios y en ti confío.
    “Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor,
    yo te libraré y te pondré a salvo.
    Cuando tú me invoques, yo te escucharé,
    y en tus angustias estaré contigo,
    te libraré de ellas y te colmaré de honores”.
    R. Tú eres mi Dios y en ti confío.

  • Tú eres mi Dios y en ti confío
  • Confianza ilimitada en ÉL porque es “mi Dios”  “me conoces y me amas”
  • Cuando me invoques yo te escucharé,
  • ¿Son estos nuestros sentimientos respeto a Dios, o hay en nuestro corazón todavía la desconfianza y el miedo?

SEGUNDA LECTURA Rom 10, 8-13

  • La Palabra está cerca de ti, si crees en ella serás salvo
  • ¿Por qué dice esto Pablo? Pienso que es algo así como decía Jesús siempre que curaba a alguien “tu fe te ha salvado”
  • Sí tu fe te ha salvado, porque fe no es decir simplemente “creo”
  • La fe es algo vital, es una relación de amor, de intimidad creciente con el Dios que obra la salvación, que obra grandes cosas en y para nosotros.
  • La fe es confianza y seguridad en Dios que no es un ídolo sino el Dios vivo, el creador, el redentor.
  • Confianza en el Dios que no puedo manipular, sino solo dejarme amar por él y aprender día a día a amarle como Él se merece.

EVANGELIO Lc 4,1-13

  1. Lucas nos narra las tentaciones de Jesús en distinto orden que lo hace Mateo. En Lucas la segunda es la tercera de Mateo y la tercera es la segunda de Mateo.
  2. Cuando leo las tentaciones en cualquiera de los dos evangelistas, me llama la atención y me ha hecho pensar mucho es “si eres el hijo de Dios…”
  3. Es como que la tentación es ésta, no es el pan, ni el poder, ni la ambición…. Es como si fuese la duda ¿seré de verdad el Hijo como experimenté en el Jordán? 
  4. Y esto me ayuda en mi vida cuando vienen las dudas y la desconfianza . “Él también experimentó esta limitación humana, quiso ser uno de nosotros.
  5. El tentador presenta diferentes circunstancias como para decirle “si eres el hijo como tu crees o como te ha dicho tu padre, haz todo esto para estar seguro de que es verdad esta palabra que Dios te ha dicho.
  6. Y Jesús responde con esta misma palabra, que es él mismo, Palabra hecha carne “y el Verbo se hizo carne…”
  7. Gracias Jesús Palabra eterna del Padre lleno de gracia y de verdad, gracias porque me enseñas a confiar sin límites en el Padre que nos ha dado su Palabra que eres Tú.

RINCON CLARETIANO

Lo primero, y ante todas las cosas, debe el Misionero Apostólico uniformar su vida, persona y costumbres con su Divino Maestro Cristo Jesús.

Componga pues el Misionero su persona de manera que cause edificación a cuantos le miraren y trataren de cerca.

Esta compunción requiere muchas circunstancias pero muy en particular las siguientes:

Primero, la modestia en el mirar; no mirando jamás por curiosidad, especialmente a ninguna mujer.

Segundo, ser muy medido en las palabras.

Tercero, no hacer meneos de manos hablando, sino tenerlas en modo decente y quieto, sin entretenerse en tocar la cara, barba, y mucho menos la nariz; ni hacer gestos con la boca: ni tampoco comúnmente hablando, mudar de tono, y ponerse a hablar en tono burlesco, o de desprecio.

En estas cosas pierde mucho el Misionero de su debida modestia; y lo peor es que pierde el concepto en que lo tenían antes de tratarlo, porque ven en él cosas que desdicen de la santidad de su estado; y así poco o ningún fruto hace con sus palabras. (Venerable  Ma. Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas, El Misionero Apostólico  1-3.) 

Jesús y María son todo mi amparo y guía y los modelos que me propongo seguir e imitar. Además, tomo por patronos y ejemplares a los gloriosos San Francisco de Sales, San Carlos Borromeo, Santo Tomás de Villanueva y San Martín.

Cada año haré los santos ejercicios espirituales.

Cada mes tendré un día de retiro espiritual.

Cada semana, a lo menos una vez, me reconciliaré.

Tres días a la semana tomaré disciplina y otros días me pondré el cilicio u otra cosa equivalente.

Todos los viernes del año y vigilias de las fiestas del Señor y de la Santísima Virgen ayunaré. (San Antonio María Claret. Fundador de las Misioneras Claretianas. Autobiografía 642. 644)

 

 

 

 

 

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