Sunday, October 16, 2016


XXX DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO – CICLO C – 2016

v  Seguimos mediando en  el tema de la oración que hemos visto en los dos domingos anteriores.

v  Hoy vamos a meditar sobre la necesidad de pedir perdón de reconocernos pecadores.

v  La petición de perdón, porque  nos sabemos pecadores, es requisito para empezar nuestra celebración Eucarística y también nuestra oración pesonal.

 LIBRO DEL SIRÁCIDE

v  Este libro se ha llamado también Eclesiástico, ha sido muy usado en las celebraciones litúrgicas de la Iglesia.

v  Es el único libro del Antiguo Testamento del que sabemos su autor, lugar, lengua, tiempo en que fue escrito y fue traducido, pues todo esto se encuentra en el libro mismo.

v  Fue escrito alrededor del 132 antes de Cristo, tiempo en que Israel estaba dominado por la cultura helenista que había causado una pérdida considerable de la tradición y de la fe de Israel en las nuevas generaciones.

v  Cultura helenista quiere decir lo mismo que griega.

v  El autor desea ayudar a sus hermanos judíos a recobrar el sentido de su fe y lo mismo a las nuevas generaciones.

v  El libro pertenece al grupo de los Libros Sapienciales y en cuanto a su aceptación como libro revelado la Iglesia católica así lo reconoce, en cambio los hermanos cristianos de otras tradiciones así como los judíos no lo reconocen como  libro revelado, por lo cual se le considera "deuterocanónico," es decir perteneciente a la segunda lista de libros reconocidos como revelados (deutero = segunda u otra, canónico viene de canon=lista) . Los libros del Antiguo Testamento aceptados como revelados por todos los cristianos y los judíos se llaman "canónicos".

PRIMERA LECTURA Sir 35,12-14. 16-18

Ø  El Señor, nuestro Dios, no es parcial, no tiene preferencias nos trata a todos por igual

Ø  Si tiene alguna preferencia que ha demostrado a lo largo de nuestra historia ha sido hacia el más pequeño, es decir el más vulnerable, el más pobre, el abandonado.

Ø  Y por eso Dios no está sordo al

o   Llanto del huérfano

o   Ni cuando la viuda derrama sus quejas

Ø  Y añade el autor del libro:

o   Dios escucha al que le sirve

o   Su oración llega hasta el cielo

Ø  La oración del pequeño

o   Atraviesa el cielo

o   No descansa hasta su finalidad

o   Ni se retirará hasta que el Altísimo Juez responda

o   Y juzgue justamente

Ø  Y termina diciendo “El Señor no se retrasará”

Ø  Y ¿qué pasa cuando nosotros experimentamos que no se da prisa en responder?

Ø  Sólo Él puede darnos a cada cual la respuesta adecuada para nosotros, para nuestra vida.

Ø  Conversemos íntimamente con Él en nuestro tiempos de oración silenciosa y amorosa.

 SALMO RESPONSORIAL  Ps 34:2-3, 17-18, 19, 23

Salmo 33, 2-3. 17-18. 19 y 23

R. (7a) El Señor no está lejos de sus fieles.
Bendeciré al Señor a todas horas,
no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor,
que se alegre su pueblo al escucharlo.
R. El Señor no está lejos de sus fieles.
En contra del malvado está el Señor,
para borrar de la tierra su recuerdo.
Escucha, en cambio, al hombre justo
y lo libra de todas sus congojas.
R. El Señor no está lejos de sus fieles.
El Señor no está lejos de sus fieles
y levanta a las almas abatidas.
Salve el Señor la vida de sus siervos.
No morirán quienes en él esperan.
R. El Señor no está lejos de sus fieles

·         Después de escuchar la primera lectura, toda la asamblea repetirá cantando: El Señor no está lejos de sus fieles”, en cambio en la Misa celebrada en inglés repetiremos “El Señor escucha el grito del pobre.”

·         Ciertamente el Señor no está lejos, está tan cerca que escucha el grito del pobre, del que sufre cualquiera de las muchas pobrezas que existen en nuestro mundo.

·         Al leer esto me viene a la mente lo que dice Dios a Moisés en el Éxodo: He visto, he escuchado… su dolor….. vengo a liberarlos, a sacarlos de esta situación.

·         Dios es siempre el mismo, si así hizo con aquel pueblo de esclavos, lo mismo ha seguido haciendo a lo largo de la historia, y esto es la seguridad que tenemos que cualquiera que sea nuestra situación de opresión , dolor y humillación, Él vendrá a liberarnos en el momento oportuno, sin tardanza. 

EVANGELIO LUCAS 18,9-14

El domingo pasado leímos los primeros versículos de este capítulo del evangelio de Lucas

*      Se nos hablaba de la oración perseverante *      Hoy de nuevo Lucas nos presenta el tema de la oración*     
Como todas las parábolas de Jesús, la de hoy es corta, va al punto del mensaje y trastorna nuestra forma de ver la realidad que nos rodea, las personas que conocemos.
Dos hombres van al templo a orar, ¿qué pasa en esta oración que cada cual hace? *      Jesús como verdadero artista, con dos pinceladas nos pinta un cuadro que vale más que cientos de palabras y de reflexiones teológicas

Uno de los hombres, es un fariseo, es decir el grupo más perfecto y más observante de la Ley, para todos los que lo ven es un modelo de comportamiento.

le cuenta a Dios lo bueno que él es, como no se parece a ninguno de estos maleantes, como por ejemplo ese otro que está también delante de Dios, como él. *      Le hace a Dios una lista de sus buenas obras, por si acaso Dios no se ha dado cuenta.

La otra parte del cuadro nos describe al otro hombre, que es un publicano, lo peor de la sociedad, pues se enriquece con el dinero de los demás y sobre todo que recoge dinero para el poder opresor "Roma"        Este hombre no tiene nada que presentarle a Dios, solamente su miseria, que él reconoce y por lo tanto su oración es una petición de perdón, petición de ser purificado de su pecado, de ser aceptado a pesar de no tener nada que ofrecer, solo su miseria.

Con gran sorpresa de nuestra parte y de las gentes del tiempo de Jesús, Él nos dice que de los dos el que regresó a casa justificado, es decir con sus pecados perdonados, hecho nuevo, fue el publicano no el fariseo. ¿Por qué será?

Seguramente porque uno habló de verdad con Dios, se presentó ante Dios tal como era, aceptando su miseria, y Dios tiene una debilidad especial hacia todo cuanto es pequeño, pobre y necesitado. Su amor no puede resistir al grito del pobre que clama.

En cambio el fariseo no hablaba con Dios, hablaba consigo mismo, estaba totalmente engreído, endiosado de si mismo, naturalmente lo que hizo no fue oración y no alcanzó la purificación de sus pecados, más bien sumó otro a los que llevaba al entrar en el templo.

Esta parábola tan bonita y sencilla, tiene que cuestionarnos, nosotros también necesitamos preguntarnos si nuestra oración, nuestra conversación nace del amor a nuestro Padre Dios, o nace del amor equivocado a nosotros mismos.
Es preciso que nos preguntemos ¿cómo me veo ante Dios y ante mi mismo?

Nuestra felicidad está en la verdad y en la aceptación de quien somos de verdad, bienaventurados nosotros si nos reconocemos pobres e indigentes ante nuestro Padre, pues él se inclinará y nos levantará, como hace un padre con su hijo o hija cuando cae. 

SEGUNDA LECTURA 2 Tm 4,6-8.16-18
§  Este fragmento de la carta a Timoteo tiene dos partes. En la primera Pablo hace un recuento de su vida, la mira como quien ha llegado o estar por llegar a la  meta. Como el atleta que está a punto de cruzar la línea que marca su llegada.

§  En la segunda habla con dolor, como con queja, de su juicio en que no se queja del juicio sino de la soledad en que lo dejaron todos.

o   Pide que el Señor no se lo tenga en cuenta, como hizo Jesús en la cruz “Padre perdónalos….” O el diácono  Esteban         “Señor no les tengas en cuenta este pecado….”.

o   Luego como hablando consigo mismo se da cuenta que el Señor es quien ha estado con él siempre, que le ha dado la fuerza para anunciarlo a los gentiles.

o   El Señor es quien lo protege y lo protegerá hasta llevarlo a su reino.

§  Termina este fragmento diciendo “A Él la gloria por siempre. Amen”.

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
LA ALEGRÍA DEL AMOR (AMORIS LAETITIA)
DEL PAPA FRANCISCO

La unión sexual, vivida de modo humano y santificada por el sacramento, es a su vez camino de crecimiento en la vida de la gracia para los esposos. Es el «misterio nupcial» . El valor de la unión de los cuerpos está expresado en las palabras del consentimiento, donde se aceptaron y se entregaron el uno al otro para compartir toda la vida. Esas palabras otorgan un significado a la sexualidad y la liberan de cualquier ambigüedad. Pero, en realidad, toda la vida en común de los esposos, toda la red de relaciones que tejerán entre sí, con sus hijos y con el mundo, estará impregnada y fortalecida por la gracia del sacramento que brota del misterio de la Encarnación y de la Pascua, donde Dios expresó todo su amor por la humanidad y se unió íntimamente a ella. Nunca estarán solos con sus propias fuerzas para enfrentar los desafíos que se presenten. Ellos están llamados a responder al don de Dios con su empeño, su creatividad, su resistencia y su lucha cotidiana, pero siempre podrán invocar al Espíritu Santo que ha consagrado su unión, para que la gracia recibida se manifieste nuevamente en cada nueva situación. (74)

BIBLIOGRAFÍA

 PAGOLA, José A.  Following in the Footsteps of Jesus. Meditations on the Gospels for Year C.

 RAVASI, Gianfranco, Según las Escrituras, Año C.

The Catholic Study Bible -New American Bible.


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