Sunday, February 4, 2018


SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO – CICLO B – 2018

Jesús sigue su ministerio de anuncio del Reino, curando toda suerte de dolencias

«  Hoy Jesús cura a un leproso. El tema de los enfermos de lepra lo toca la lectura del Antiguo Testamento y la del Evangelio

«  Pablo invita a ser todo para todos.

LIBRO DEL LEVÍTICO

Ø  Este libro, el tercero del Pentateuco, se llama en Hebreo Wayyiqrā’ = “Y él llamó”.

Ø  El nombre de Levítico se deriva de la traducción Vulgata de la traducción griega de Los Setenta “Leuitikon”.

Ø  Es un nombre bien puesto ya que este libro tiene las leyes litúrgicas para el sacerdocio levítico.

Ø  Además de estas leyes, en este libro se encuentran otras leyes que tienen que ver con la santidad de vida, en todos sus aspectos físicos, psíquicos y morales.

Ø  AUTOR – EL LIBRO

o   Como en casi todos los libros, es imposible señalar un solo autor. El libro se fue formando a través de los siglos con la contribución de muchas manos.

o   Pertenece a la tradición “sacerdotal.”

o   La legislación se relaciona fuertemente con la figura  de Moisés

o   Aunque se encuentran en el libro algunas leyes antiguas, en su forma actual se deriva del tiempo después del retorno del exilio de Babilonia.

o   El libro tiene las siguientes partes:

I           LA LEY DEL SACRIFICIO

II          LAS CEREMONIAS DE ORDENACIONES SACERDOTALES

III         LAS PURIFICACIONES LEGALES

IV         LA FIESTA  DE LA EXPIACIÓN

V          EL CÓDIGO DE  SANTIDAD

PRIMERA LECTURA Lv 13,1-2; 44-46

*      Lepra era realmente aquellas afecciones de la piel que se veían infectadas y eran permanentes, no siempre era la enfermedad que ahora se llama “lepra”.

*      Las precauciones y reglas para quienes sufrían alguna de estas enfermedades infecciosas de la piel, seguramente empezó siendo una norma de higiene y protección de la población

*      Al paso del tiempo, como siempre pasa y todavía hoy también, hacemos muchas cosas que le damos un sentido que no tiene porque no sabemos por qué empezó a hacerse.

*      Si a esto le añadimos que se le da un sentido y valor religioso, entonces lo que fue para bien de las personas, a veces se convierte en algo negativo, como ocurrió con esta ley del levítico.

*      Siguiendo el pensamiento religioso de Israel, que hemos mencionado ya en otra ocasión, si eres bueno te va bien y si eres pecador de va mal. Por lo tanto si estás enfermo es porque has pecado.

*      Entonces se entiende en cierto modo, el aislamiento del enfermo porque es  pecador,   intocable, impuro y tiene que estar separado de la sociedad, ”fuera del campamento”.

SALMO RESPONSORIAL – Salmo 32, 1-2, 5, 11  

PERDONA SEÑOR NUESTROS PECADOS.

Feliz el que ha sido absuelto de su pecado

y liberado de su falta!

¡Feliz el hombre a quien el Señor

no le tiene en cuenta las culpas,



PERDONA SEÑOR NUESTRO PECADOS.

Pero yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa,

pensando: «Confesaré mis faltas al Señor».

¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!

y en cuyo espíritu no hay doblez



PERDONA SEÑOR NUESTRO PECADOS.

Alégrense en el Señor, regocíjense los justos!

¡Canten jubilosos los rectos de corazón!

PERDONA SEÑOR NUESTRO PECADOS.



El salmista describe muy bien aquí la alegría que experimentaba un leproso a quien se le declaraba curado. Estaba curado físicamente, pero ahora sobre todo espiritualmente y socialmente.

La lepra se ha usado  muchas veces para describir el pecado, que va destruyendo a la persona  y a la sociedad, así como la lepra destruye al leproso.



EVANGELIO – MARCOS 1,40-45

ü  Un leproso, que como hemos visto estaba sometido a un aislamiento y desprecio sorprendente, se acerca a Jesús.

ü  Ha oído de este nuevo Maestro joven de Nazaret que ha curado a tantos, que no rechaza a nadie, que se compadece de todos, que trata a todos como personas dignas.

ü  Si quieres, puedes curarme. Sí quiero.

ü  Jesús al mismo tiempo que pronuncia las palabras “Sí quiero” toca al hombre.

ü  Es como si quisiera tomar para si la lepra de este hombre y el desprecio a que ha estado sometido, para destruirlo en su persona, anticipo de lo que hará en la cruz para todos.

ü  Sí quiero ser uno contigo, sí quiero que puedas volver a los tuyos, a tu comunidad, sí quiero que recobres tu estima propia, sí quiero que descubras el amor inmenso que Dios te tiene, sí quiero que seas feliz.

ü  Jesús es la plenitud de la revelación de Dios, es Dios mismo viviendo entre nosotros. Y Él que ha venido para anunciarnos la buena nueva del amor del Padre, nos dice que el Padre no quiere el desprecio y aislamiento de nosotros  pecador, sino que quiere que experimentemos  de tal forma que Dios nos  ama, que volvamos  a Él y seamos felices. 



SEGUNDA LECTURA 1 Cor 10:31-11:1



  • Pablo habla a los miembros de la comunidad de Corinto, y les invita a que todo cuanto hagan (comer, beber, divertirse, trabajar, rezar, viajar, descansar…..) todo lo hagan para gloria de Dios. ¿qué quiere decir esto de hacer para la gloria de Dios?
  • La gloria de Dios es el ser humano en plenitud, es decir un ser humano libre que no tiene otra atadura que el amor a Dios manifestado en el amor a los demás seres humanos.
  • ¿Cómo ha de ser este amor a los demás seres humanos para ser de verdad amor a Dios?
    • Dar gusto a todos
    • No buscar el propio interés
    • No dar motivo de escándalo a nadie
    • Y todo esto para colaborar en la salvación de nuestros hermanos y hermanas
    • En una palabra es tomarnos en serio nuestra vida de bautizados y de seguidores de Jesús.



BIBLIOGRAFÍA



FALEY, ROLAND J., T.O.R. “Leviticus” in The New Jerome Biblical Commentary, Englewood Cliffs, New Jersey  1988.

FLOR SERRANO, GONZALO. “Salmos” en Comentario al Antiguo Testamento II, Casa de la Biblia, 1997.

LOZANO, Juan Manuel, Escritos María Antonia París, Estudio crítico, “El Misionero Apostólico”.   Barcelona 1985.  

VIÑAS, José María cmf y BERMEJO, Jesús, cmf.  “Autobiografía” de San Antonio María Claret en  San Antonio María Claret Autobiografia y Escritos Complementarios, edición bicentenario    Buenos Aires-Argentina 2008.



 RINCON CLARETIANO 



Muéstrese el Misionero, siempre afable y sea todo para todos, pero sin perder un punto la gravedad, y circunspección religiosa.
Guárdese que por su flojedad no se le pierda el respeto y veneración que se debe al carácter sacerdotal de que está revestido.
No tome familiaridad con nadie, y sea tratable a todos; durante el viaje hable poco y medite mucho. Su posada en poblado sea en los hospitales. .
Trate con respeto a todos, si quiere ser respetado como conviene a un ministro del Señor: para esto le servirá el no tomarse libertad con nadie.
María Antonia París, Fundadora de las Misioneras Claretianas. El Misionero Apostólico, 2.1-2.4,2.5
Permaneciendo en Viladrau, todos los enfermos de la población y muchos que de fuera traían, todos queda[ban] curados. Y como se extendió de aquí la fama, así es que en todas las poblaciones a donde iba se me presentaban muchísimos enfermos de toda clase de enfermedades; y como eran tantos los enfermos y tan diversos los males y, por otra parte, yo me hallaba tan ocupado en predicar y confesar, no tuve por conveniente en señalar remedios físicos. Les decía que les encomendaría a Dios y entre tanto les hacía la señal de la santa cruz y les decía estas palabras:   Y decían que quedaban curados.
San Antonio María Claret, Fundador de las Misioneras Claretianas, Autobiografía 180.





No comments:

Post a Comment